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Wednesday, January 8, 2014


¿QUÉ SIGNIFICA QUE DIOS ES OMNIPOTENTE?

La palabra omnipotente proviene de omni- que significa “todo” y potente que significa “poder.” Al igual que con los atributos de omnisciencia y omnipresencia, se entiende que, si Dios es infinito y soberano, lo cual sabemos que es, entonces Él también debe ser omnipotente. Él tiene todo el poder sobre todas las cosas en todos los tiempos en todas las formas.

Job habló del poder de Dios en Job 42:2 “Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti.” Job estaba reconociendo la omnipotencia de Dios para llevar a cabo Sus planes. También Moisés, fue recordado por Dios que Él tenía todo el poder para llevar a cabo sus propósitos respecto a los israelitas: “Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o no.” (Números 11:23).

En ninguna otra parte la omnipotencia de Dios es apreciada más claramente que en la creación. Dios dijo, “Sea y fue” (Génesis 1:3, 6, 9, etc.) El hombre necesita herramientas y materiales para crear; Dios simplemente habla, y por el poder de Su Palabra, todo fue creado de la nada. “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.” (Salmos 33:6).

El poder de Dios también es visto en la preservación de Su creación. Toda la vida sobre la tierra perecería si no fuera por la continua provisión de Dios de todo lo que necesitamos para comer, vestir y habitar, todo de recursos renovables sostenidos por Su poder, como el preservador del hombre y la bestia (Salmo 36:6). Los mares que cubren casi toda la tierra y sobre los que somos impotentes, nos arrollarían si Dios no hubiera prescrito sus límites (Job 38:8-11).

La omnipotencia de Dios se extiende a los gobiernos y sus líderes (Daniel 2:21), porque Él los detiene o les permite seguir su camino de acuerdo a Sus planes y propósitos. Su poder es ilimitado en cuanto a Satanás y sus demonios. El ataque de Satanás sobre Job fue limitado sólo a ciertas acciones. Éste fue restringido por el poder ilimitado de Dios (Job 1:12; 2:6). Jesús le recordó a Pilato que él no habría tenido ningún poder sobre Él a menos que le hubiera sido concedido por el Dios todopoderoso (Juan 19:11).

Siendo omnipotente, Dios puede hacer cualquier cosa. Sin embargo, eso no significa que Dios haya perdido Su omnipotencia cuando la Biblia dice que Él no puede hacer ciertas cosas. Por ejemplo, Hebreos 6:18 dice que Él no puede mentir. Eso no significa que Él no tenga el poder para mentir, sino que Dios elige no mentir de acuerdo con Su propia perfección moral. De la misma manera, a pesar de ser todopoderoso y de odiar el mal, Él permite que suceda el mal, de acuerdo a Su buen propósito. Él utiliza ciertos eventos malos para el desarrollo de Sus propósitos, tales como cuando ocurrió la maldad más grande que pudo haber sucedido – el asesinato del perfecto, santo e inocente Cordero de Dios para la redención de la humanidad.

Como Dios encarnado, Jesucristo es omnipotente. Su poder es visto en los milagros que realizó – en sus numerosas curaciones, en la alimentación de los cinco mil (Marcos 6:30-44), en la tormenta que convirtió en calma (Marcos 4:37-41), y el último despliegue de poder, en la resurrección de Lázaro y la hija de Jairo de los muertos (Juan 11:38-44; Marcos 5:35-43), ejemplos de Su control sobre la vida y la muerte. 

La muerte fue la última razón por la que vino Jesús – para destruirla (1 Corintios 15:22; Hebreos 2:14) y para llevar a los pecadores a una correcta relación con Dios. El Señor Jesús declaró que Él tenía el poder para poner Su vida y para volverla a tomar, un hecho que Él alegorizaba cuando hablaba acerca del templo (Juan 2:19). Si era necesario, Él tenía el poder para llamar a doce legiones de ángeles que lo rescataran durante Su juicio (Mateo 26:53), sin embargo Él se ofreció a Sí mismo en humildad en lugar de nosotros (Filipenses 2:1-11).

El gran misterio es que este poder puede ser compartido por los creyentes que están unidos a Dios en Jesucristo. Pablo dice: Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. (2 Corintios 12:9). 

El poder de Dios es más exaltado en nosotros cuando más grande es nuestra debilidad, porque Él “es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.” (Efesios 3:20). 

Es el poder de Dios el que continúa sosteniéndonos en un estado de gracia a pesar de nuestro pecado (2 Timoteo 1:12), y por Su poder somos guardados de caer (Judas 24). 

Su poder será proclamado por todas las huestes celestiales por toda la eternidad (Apocalipsis 19:1). ¡Qué esa sea nuestra eterna oración.


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