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Saturday, January 11, 2014


SEGURIDAD DE SER ESCUCHADOS.

Dios abre su oído a la dulce oración de sus hijos. La seguridad de ser escuchados por Dios mismo es la más grande seguridad que los humanos tenemos. Oración es el contacto entre la tierra doliente y el Dios de toda esperanza.

Salmos 145:18 
El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad.

Jeremias 33:3 
Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes.

1 Juan 5:14 
Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye.

Por: Serafín Contreras G.

Thursday, January 9, 2014



COMO EL BARRO EN MANOS DEL ALFARERO.

Malaquías 3:2-3 (LBLA)
Porque El es como fuego de fundidor y como jabón de lavanderos. Y El se sentará como fundidor y purificador de plata.

Los Padres se toman su tiempo para educar y tratar de perfeccionar el carácter de cada uno de sus hijos, recordemos que el propósito de Dios es que Cristo sea formado en nosotros.

Zacarías 13:9 (RVC)
Entonces echaré al fuego esa tercera parte, y los fundiré como se funde la plata; ¡los probaré como se prueba el oro! Ellos invocarán mi nombre, y yo les responderé con estas palabras: “Ustedes son mi pueblo”, y ellos me dirán: “El Señor es nuestro Dios.”

Mateo 20:16 (RVR1995)
Porque muchos son llamados, pero pocos los escogidos.

Todos somos llamados, pero no todos estamos dispuestos a aceptar el refinamiento del cielo, sin embargo los escogidos, somos aquellos que estamos dispuestos a aceptar ese perfeccionamiento en el fuego purificador.

Bendiciones♥

Wednesday, January 8, 2014


¿QUÉ SIGNIFICA QUE DIOS ES OMNIPOTENTE?

La palabra omnipotente proviene de omni- que significa “todo” y potente que significa “poder.” Al igual que con los atributos de omnisciencia y omnipresencia, se entiende que, si Dios es infinito y soberano, lo cual sabemos que es, entonces Él también debe ser omnipotente. Él tiene todo el poder sobre todas las cosas en todos los tiempos en todas las formas.

Job habló del poder de Dios en Job 42:2 “Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti.” Job estaba reconociendo la omnipotencia de Dios para llevar a cabo Sus planes. También Moisés, fue recordado por Dios que Él tenía todo el poder para llevar a cabo sus propósitos respecto a los israelitas: “Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o no.” (Números 11:23).

En ninguna otra parte la omnipotencia de Dios es apreciada más claramente que en la creación. Dios dijo, “Sea y fue” (Génesis 1:3, 6, 9, etc.) El hombre necesita herramientas y materiales para crear; Dios simplemente habla, y por el poder de Su Palabra, todo fue creado de la nada. “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.” (Salmos 33:6).

El poder de Dios también es visto en la preservación de Su creación. Toda la vida sobre la tierra perecería si no fuera por la continua provisión de Dios de todo lo que necesitamos para comer, vestir y habitar, todo de recursos renovables sostenidos por Su poder, como el preservador del hombre y la bestia (Salmo 36:6). Los mares que cubren casi toda la tierra y sobre los que somos impotentes, nos arrollarían si Dios no hubiera prescrito sus límites (Job 38:8-11).

La omnipotencia de Dios se extiende a los gobiernos y sus líderes (Daniel 2:21), porque Él los detiene o les permite seguir su camino de acuerdo a Sus planes y propósitos. Su poder es ilimitado en cuanto a Satanás y sus demonios. El ataque de Satanás sobre Job fue limitado sólo a ciertas acciones. Éste fue restringido por el poder ilimitado de Dios (Job 1:12; 2:6). Jesús le recordó a Pilato que él no habría tenido ningún poder sobre Él a menos que le hubiera sido concedido por el Dios todopoderoso (Juan 19:11).

Siendo omnipotente, Dios puede hacer cualquier cosa. Sin embargo, eso no significa que Dios haya perdido Su omnipotencia cuando la Biblia dice que Él no puede hacer ciertas cosas. Por ejemplo, Hebreos 6:18 dice que Él no puede mentir. Eso no significa que Él no tenga el poder para mentir, sino que Dios elige no mentir de acuerdo con Su propia perfección moral. De la misma manera, a pesar de ser todopoderoso y de odiar el mal, Él permite que suceda el mal, de acuerdo a Su buen propósito. Él utiliza ciertos eventos malos para el desarrollo de Sus propósitos, tales como cuando ocurrió la maldad más grande que pudo haber sucedido – el asesinato del perfecto, santo e inocente Cordero de Dios para la redención de la humanidad.

Como Dios encarnado, Jesucristo es omnipotente. Su poder es visto en los milagros que realizó – en sus numerosas curaciones, en la alimentación de los cinco mil (Marcos 6:30-44), en la tormenta que convirtió en calma (Marcos 4:37-41), y el último despliegue de poder, en la resurrección de Lázaro y la hija de Jairo de los muertos (Juan 11:38-44; Marcos 5:35-43), ejemplos de Su control sobre la vida y la muerte. 

La muerte fue la última razón por la que vino Jesús – para destruirla (1 Corintios 15:22; Hebreos 2:14) y para llevar a los pecadores a una correcta relación con Dios. El Señor Jesús declaró que Él tenía el poder para poner Su vida y para volverla a tomar, un hecho que Él alegorizaba cuando hablaba acerca del templo (Juan 2:19). Si era necesario, Él tenía el poder para llamar a doce legiones de ángeles que lo rescataran durante Su juicio (Mateo 26:53), sin embargo Él se ofreció a Sí mismo en humildad en lugar de nosotros (Filipenses 2:1-11).

El gran misterio es que este poder puede ser compartido por los creyentes que están unidos a Dios en Jesucristo. Pablo dice: Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. (2 Corintios 12:9). 

El poder de Dios es más exaltado en nosotros cuando más grande es nuestra debilidad, porque Él “es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.” (Efesios 3:20). 

Es el poder de Dios el que continúa sosteniéndonos en un estado de gracia a pesar de nuestro pecado (2 Timoteo 1:12), y por Su poder somos guardados de caer (Judas 24). 

Su poder será proclamado por todas las huestes celestiales por toda la eternidad (Apocalipsis 19:1). ¡Qué esa sea nuestra eterna oración.



DIOS SIEMPRE TE HARÁ LLEGAR LO QUE REALMENTE NECESITAS.

A eso de caer y volver a levantarte, de sentirse frustrado y volver a comenzar, de encontrar el dolor y tener que afrontarlo. A eso, no le llames adversidad, llámale SABIDURÍA.

A eso de fijarte una meta y tener que seguir otra, de huir de una prueba y tener que encararla tarde o temprano, de planear un vuelo y tener que recortarlo, de aspirar y no poder, de querer y no saber, de avanzar y no llegar. A eso, no le llames castigo, llámale ENSEÑANZA.

A eso de pasar días radiantes, días felices, días tristes, días de confusión, días de soledad y días de compañía. A eso, no le llames rutina, llámale EXPERIENCIA.

A eso, de que tus ojos estén leyendo este mensaje y que tengas el tiempo para disfrutarlo y tengas esa sensación de que tu corazón se ensancha, a eso, no le llames casualidad, llámale JESÚS ME AMA. 

DIOS llega a ti de muchas formas y como te Ama, está atento y sabe lo que necesitas. Este sencillo mensaje Él te lo hizo llegar a través de este medio.

Nunca dudes de que DIOS siempre te hará llegar lo que realmente necesitas.

Autor: Desconocido

CONFIANZA EN DIOS.
Mateo 6:25-33

25 No vivan pensando en qué van a comer, qué van a beber o qué ropa se van a poner. La vida no consiste solamente en comer, ni Dios creó el cuerpo sólo para que lo vistan.

26 Miren los pajaritos que vuelan por el aire. Ellos no siembran ni cosechan, ni guardan semillas en graneros. Sin embargo, Dios, el Padre que está en el cielo, les da todo lo que necesitan. ¡Y ustedes son más importantes que ellos!

27 ¿Creen ustedes que por preocuparse vivirán un día más? 28 Aprendan de las flores que están en el campo. Ellas no trabajan para hacerse sus vestidos. 29 Sin embargo, les aseguro que ni el rey Salomón se vistió tan bien como ellas, aunque tuvo muchas riquezas.

30 Si Dios hace tan hermosas a las flores, que viven tan poco tiempo, ¿acaso no hará más por ustedes? ¡Veo que todavía no han aprendido a confiar en Dios!

31 Ya no se preocupen por lo que van a comer, o lo que van a beber, o por la ropa que se van a poner. 

32 Sólo los que no conocen a Dios se preocupan por eso. Ustedes tienen como padre a Dios que está en el cielo, y él sabe lo que ustedes necesitan.

33 Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten. 


DIOS DISCIPLINA A SUS HIJOS(AS) POR MEDIO DE LAS CIRCUNSTANCIAS.

Dios usa nuestras circunstancias para disciplinarnos y para hacernos como Él quiere que seamos. La historia de Jacob en el Antiguo Testamento es un ejemplo de cómo Dios usa las circunstancias para disciplinar a sus hijos.

Jacob no tenía muy buen carácter. Era no sólo muy listo y astuto, sino además codicioso y fraudulento. Siempre estaba tratando de sacarles provecho a los demás. Jacob defraudó a su hermano mayor quitándole la primogenitura. Engañó a su padre. En realidad logró aprovecharse de casi todas las personas con quienes tenía contacto.

Dios sabía como era Jacob y estaba tratando con él. Lo envió a trabajar con su tío Labán quien era igual de engañador. Jacob se enamoró de la hija de Labán, Raquel, y quiso casarse con ella, pero Labán le pidió siete años de trabajo por ella. Jacob accedió gustosamente a esto. La Biblia dice:
Así fue como Jacob trabajó siete años por Raquel; pero le parecieron unos cuantos días, porque la amaba. (Génesis 29:20).

Cuando se cumplieron los siete años, Jacob pidió casarse con su novia. Labán preparó una gran fiesta de bodas. Cuando terminó, Jacob descubrió que había sido engañado. Labán había sustituído a Lea, su hija mayor, por Raquel. ¡Jacob se había casado con la chica equivocada! Tuvo que trabajar otros siete años por Raquel.

Durante veinte años Jacob fue engañado por su tío. Durante estos años, Labán cambió su sueldo diez veces. Al fin, Jacob dejó la tierra de Harán para volver a su hogar. Durante el viaje, Raquel, al dar a luz, se enfermó y murió.

Más tarde, el hijo favorito de Jacob, José, fue vendido como esclavo por sus hermanos celosos. Estos hermanos engañaron a su padre haciéndole creer que José había sido despedazado por una bestia. Jacob creyó la mentira y lamentó la muerte de José por muchos años.

Jacob había engañado a otros y él mismo fue engañado. Se enfrentó con una dificultad tras otra. En una ocasión, exclamó: “¡Contra mí son todas estas cosas!” Sin embargo, la realidad era que Dios estaba utilizando todas estas circunstancias para el bien de Jacob. A través de la disciplina y el castigo, Dios estaba produciendo un cambio en el carácter de Jacob.

Al final, vemos a un Jacob diferente. Aquél que había comenzado como un astuto engañador ahora era Israel, “un príncipe con Dios”. Era manso, humilde de corazón y maduro: un hombre que andaba con Dios. Aun Faraón, el rey más grande de la tierra en aquel tiempo, reconoció a Jacob como un hombre de Dios. Faraón se inclinó ante Jacob para recibir su bendición.

TENEMOS MUCHO DE “JACOB” EN NOSOTROS.???

Cada uno de nosotros lleva en sí mucho de la naturaleza de Jacob. Somos egoístas y buscamos lo nuestro. Sabemos ser astutos y aun engañadores para lograr lo que deseamos. Por eso, Dios tiene que disciplinarnos.

¿Cómo nos disciplina Dios? Él nos disciplina por medio de nuestras circunstancias. Dios prepara toda clase de sucesos para enseñarnos lo que Él quiere que aprendamos. Todas las cosas que le suceden a un hijo de Dios no son por casualidad. Están ordenadas por Dios o son permitidas por Él, y juntas están obrando para nuestro bien. La Biblia dice:

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados (Romanos 8:28).

Muchas de las cosas que nos ocurren no parecen buenas en sí mismas. Por el contrario, pueden ser dolorosas y amargas para nosotros. Pero la Palabra de Dios dice que podemos saber “que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”.

Si ahora ustedes están sufriendo, es porque Dios los ama y los corrige, como si fueran sus hijos. Porque no hay un padre que no corrija a su hijo. 8 Si Dios no los corrige, como lo hace con todos sus hijos, entonces ustedes no son en verdad sus hijos. 
Hebreos 12:7-8

Porque Dios corrige y castiga a todo aquel que ama y que considera su hijo. Hebreos 12:6

Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni te desanimes cuando te reprenda. Hebreos 12:5

Cuando nos demos cuenta de que las pruebas y los problemas vienen de nuestro Padre Celestial, y vienen porque Él nos ama, toda nuestra actitud hacia ellas cambia. El salmista dijo:

Señor, ¡cuán dichosos son aquellos a quienes corriges e instruyes en tu ley! Salmos 94:12

La Biblia nos amonesta a que no recibamos a la ligera la corrección del Señor. Si Dios nos corrige, debemos tomarlo seriamente, buscando aprender la lección que Él desea enseñarnos.

Desgraciadamente, para algunas personas pasan años sin aprender lo que Dios quiere enseñarles. ¿Por qué? Porque o no se dan cuenta de que Dios los está corrigiendo o no lo toman en serio.

Nuestro Padre Celestial está educando a Sus hijos constantemente; sin embargo muchos no perciben la mano de Dios en lo que les sucede. Piensan que todo lo que les pasa es sólo por casualidad, y no se dan cuenta de que Dios está obrando a través de sus circunstancias. No se les ocurre que Dios está usando estas circunstancias para enseñarles Sus caminos. De verdad es trágico cuando un cristiano no percibe la mano de Dios en las circunstancias. Y es trágico menospreciar o tratar a la ligera la corrección de Dios.

Por lo tanto, una de las primeras actitudes que debe aprender un hijo de Dios es la de tomar en serio la corrección del Señor. Desde luego no estamos diciendo que cada enfermedad o cada accidente es corrección del Señor. Pero deberíamos prestar una atención cuidadosa a nuestras circunstancias.

Cuando algo ocurre, nuestra primera pregunta debe ser: “¿Qué significa ésto? ¿Está el Señor tratando de enseñarme algo? ¿Hay algo en mi vida que no sea agradable a Él?” Debemos tomar en serio la corrección del Señor o ésta podría pasar de largo sin beneficiarnos.

La Biblia nos dice aquí que cuando Dios nos reprende o castiga no debemos sentirnos derrotados.

Cuando Dios está corrigiéndonos, podemos llegar a desalentarnos tanto que nos sentimos tentados a darnos por vencidos. Tal vez lleguemos a pensar que nos es imposible vivir la vida cristiana. Pero Dios nos dice que no “desmayemos”. Quiere que sepamos que Su corrección es debido a Su amor hacia nosotros y porque desea lo mejor para nosotros.

Dios nos capacita para ver que las pruebas, experiencias y correcciones que Él manda son para nuestro mayor bien. No hay nada agradable en ser corregido, pero si lo aceptamos en la forma correcta, producirá frutos preciosos en nuestra vida. La Biblia dice:

Claro que ninguna disciplina nos pone alegres al momento de recibirla, sino más bien tristes; pero después de ser ejercitados en ella, nos produce un fruto apacible de justicia. Hebreos 12:11

En nuestra vida presente debemos aprender a dar gracias a Dios por todo lo que sucede. Porque esta actitud nos hace ver siempre lo positivo aún en medio de luchas, aunque no entendamos todo lo que ocurre a nuestro alrededor y dentro de nuestro mundo interior. La Biblia expresa:

Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza. ¡Alabadlo, bendecid su nombre!, porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su fidelidad por todas las generaciones.  
Salmos 100:4-5